LAS RELACIONES QUE NOS TRANSFORMAN


“No tenemos que amar,
elegimos amar. Cuando entendemos al amor como la voluntad de nutrir nuestro
crecimiento espiritual y el de los demás, queda claro que no podemos afirmar
que amamos si somos dañinos y abusivos. El amor y el abuso no pueden
coexistir.”


— bell hooks


Las relaciones son esos momentos
de encuentro con otro ser. En esos instantes nos abrimos al otro y le
permitimos entrar en nuestro mundo, como el otro hace con nosotros.

A menudo escuchamos que, antes de
poder entrar en relación, debemos estar bien con nosotras mismas, construir una
base sólida que nos sostenga para que el otro no nos derrumbe. Nos hablan de
establecer límites, de protegernos, como si la otra persona fuese una especie
de invasor, alguien que pudiera desordenar nuestro pequeño espacio interior.

Sin embargo, esta visión tan
“protegida” de las relaciones parece olvidar algo esencial: en la relación es
donde crecemos. Ese desorden que trae el otro puede convertirse en una
oportunidad para descubrir partes de nosotras que desconocíamos.

No hablo solo de relaciones
amorosas, sino de cualquier vínculo: amistades, compañeros de trabajo, o
incluso ese desconocido con quien compartimos un instante o una conversación
fugaz. En todas esas interacciones está la semilla del cambio y la conexión.

¿Qué pasaría si, en lugar de
centrarnos únicamente en poner límites, nos educáramos como sociedad en el arte
de respetar al otro? Si aprendiéramos a relacionarnos desde el cuidado mutuo y
la gentileza, no sería necesario alzar tantas barreras.

Como dice Sara Torres en La
seducción
, “amar no tendría que significar vivir con miedo de ser
invadidos o heridos”.

Amar implica, inevitablemente,
abrirse a la posibilidad del dolor. Pero ese dolor no tiene por qué convertirse
en daño. Si como sociedad nos educáramos en el respeto, el cuidado y la
escucha, las relaciones serían más un espacio de crecimiento que de miedo.

El otro no es un enemigo ni un
intruso; es una persona con heridas, alegrías, recuerdos y circunstancias que
le han dado forma. Cuando nos relacionamos desde un lugar de cuidado y
gentileza, podemos crear un espacio para que ambos crezcamos y nos descubramos.

“El amor genuino es una
mezcla de cuidado, compromiso, conocimiento, responsabilidad, respeto y
confianza.”


— bell hooks

Foto di Masha S

Lecturas que me han hecho pensar y escribir.


Bell Hooks, Todo sobre el amor

Sara Torres, La seducción

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